Razón y Propósito

Herencia Wesleyana es una discreta respuesta a la enorme necesidad que existe hoy día entre el pueblo hispano de trasfondo Wesleyano de redescubrir, abrazar y promover nuestra herencia Teológica.

Aun cuando la iglesia en cada generación se debe a su momento histórico, hemos aprendido que ignorar el pasado es un error que siempre pasa factura. Nadie duda que eso es trágico para la iglesia, pero no sé si estamos conscientes que precisamente esta es la realidad de muchas iglesias en la familia Wesleyana de hoy.

Particularmente en el contexto hispano, es abrumadora la manera en que las iglesias de tradición Wesleyana se ha desconectado de sus antepasados, específicamente en los fundamentos bíblicos y teológicos. Quizás ha sido el resultado de una tradición que nos ha llegado bastante desconectada de su origen y espíritu. O quizás pudo haber sido nuestro descuido en preservar las raíces auténticas de Metodismo. Cualesquiera que hayan sido las causas, y de seguro podríamos aludir muchas otras, es una realidad que hoy en día apenas se conocen la doctrina, la disciplina y el espíritu que dio origen al Movimiento del cual heredamos el nombre. Como resultado hoy se han abierto las puertas a reinvenciones teológicas, herejías doctrinales, eclesiologías frágiles y una clase de religión que aun cuando pretende mantener la forma, carece del poder. Mucho de lo que se presenta hoy como continuidad de la tradición Wesleyana posee una fidelidad minúscula a ella. Sufrimos hoy la pérdida de la memoria histórica.

¿Qué podemos hacer?

Es nuestra convicción que necesitamos volver a nuestras raíces Teológicas. Desde su origen, el movimiento Metodista se convirtió en un instrumento en las manos soberanas del Señor para la salvación y la santificación de muchas personas. Pero no sólo hubo un deseo de salvar a los perdidos, sino una doctrina detrás del ministerio que se ejercía. Wesley y los primero Metodistas tenían convicciones teológicas que guiaban su labor. Esas mismas convicciones teológicas fueron confirmadas por la gracia de Dios y mientras Dios era exaltado en una sociedad decadente, moral y espiritualmente, la predicación y el ministerio Metodista trajo grandes transformaciones en la sociedad de Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda y eventualmente en América. Es menester que hoy los Wesleyanos volvamos a redescubrir, abrazar y proclamar las mismas viejas verdades que aquellos proclamaron.

Por supuesto que en Herencia Wesleyana damos por sentado que el fundamento de la iglesia es uno, Cristo, quien es la piedra angular de nuestra fe, autor y perfeccionador de nuestra salvación. También afirmamos el lugar primero y regulador de las Escrituras. Con un gran peso valoramos también a los Padres de la Iglesia, juntos con el testimonio de los Credos y de los principales Concilios Ecuménicos en los cuales se formularon nuestros postulados teológicos fundacionales; no menos valioso es el testimonio de los Reformadores del siglo XVI, de los Puritanos del siglo XVII y con particular luz, brilla aquel pueblo llamado Metodista, raíz de nuestra herencia teológica, liderados por quien sin lugar a duda sigue siendo hoy inspiración de muchos, Juan Wesley. El punto es que no podemos ser fieles en nuestro cometido como iglesia hoy, en el marco de nuestra tradición Wesleyana, si nos desconectamos histórica y teológicamente de la herencia que nos ha precedido. Tenemos una identidad particular dentro del gran mosaico de la Iglesia del Señor y esa identidad debemos rescatarla.

Por esta razón nace este humilde y discreto esfuerzo de Herencia Wesleyana. Buscamos como principal objetivo promover en nuestro contexto hispano el pensamiento Bíblico-Teológico histórico enmarcado principalmente en nuestra tradición Wesleyana. Deseamos con gran anhelo que los pastores y congregaciones Arminio-Wesleyanas puedan hallar en nuestra herencia Teológica la riqueza que les eleve al amor supremo a nuestro gran Dios y Salvador y el amor a nuestro prójimo.

Oramos al Padre que use estos materiales y recursos que compartimos en este sitio para despertar en algunos la curiosidad de conocer más de la historia y doctrina Wesleyana; en otros que les ayude a avivar el hambre que ya hoy tienen por conocer más de Dios y del evangelio de nuestro Señor Jesucristo; y por último, espero que otros puedan evaluar con honestidad y humildemente si las doctrinas que creen y predican están alineadas con las que John Wesley y otros de aquella generación predicaron y encargaron preservar.

Quiera nuestro buen Dios bendecir este esfuerzo que, sobre todos y todo, lo tiene a Él como principal razón.

Soli Deo Honor et Gloria

Misión

En línea con nuestra fe (ver posición teológica) y objetivos (ver propósito), este sitio está dedicado a la enseñanza y promoción de la tradición Arminio-Wesleyana.

Nuestro propósito primario es proveer al pueblo hispano de material bíblico e histórico, enraizado en nuestra herencia doctrinal, que nos ayude a redescubrir, abrazar y promover hoy el pensamiento Bíblico-Teológico Wesleyano.

Para este fin, nos proponemos reunir los siguientes recursos:

  1. Puesto que los principales documentos fundacionales de nuestra tradición teológica Wesleyana se encuentran redactados en idioma inglés, trabajamos en traducir cuantos materiales sean pertinentes y posibles. De esa manera, la teología articulada por los primeros Metodistas puede estar al alcance del pueblo hispano.
  2. De los materiales traducidos:
    • Cuando se traten de artículos o ensayos, serán colocados en este sitio web.
    • Cuando sean folletos o libros, serán ofrecidos a través de nuestra editorial Herencia Wesleyana.

3. Promovemos con igual intención nuestro canal de podcast Herencia Wesleyana. Por este medio procuramos proveer de materiales teológicos audibles tales como seminarios, series temáticas doctrinales, conversatorios, etc., siempre en el marco de la tradición Arminio-Wesleyana.

4. Igualmente, ponemos a disposición el canal de YouTube Herencia Wesleyana en el cual estamos colocando desde hace ya algunos años toda la serie de Sermones de John Wesley, junto con otros materiales de interés para el propósito que perseguimos.

En línea con nuestro objetivo de proporcionar recursos útiles, incluimos material de una variedad de autores, dándole especial atención y prioridad a los teólogos Wesleyanos clásicos del siglo XVIII-XIX. Sin embargo, también procuramos remontarnos tan atrás como sea pertinente: desde los Padres de la iglesia hasta los Reformadores, particularmente Jacobo Arminio y los Remonstrantes de primera generación, desde los Puritanos hasta los principales y más auténticos teólogos Wesleyanos cuya erudición ha permanecido (aunque muchas veces en las sombras) hasta el siglo XXI.

Vale resaltar que a veces algunos de los autores quizás no siguen la tradición Arminio-Wesleyana, pero han escrito algo que consideramos útil de alguna manera y por eso son incluidos.

En resumen, nuestra esperanza es que este sitio web sirva como una guía y un recurso lo más completo posible para todo el pueblo cristiano, particularmente para aquellos hermanos de tradición Arminio-Wesleyana. 

Esperamos que seas beneficiado con este sitio, y oramos para que el Señor siempre le guíe en Su verdad.

 

Posición Teológica

Herencia Wesleyana sostiene los siguientes distintivos doctrinales. Tenga en cuenta que esta no es una declaración de fe exhaustiva, sino enmarcada en el énfasis del trabajo que nos proponemos hacer. Por tanto, el propósito de estos puntos doctrinales es resaltar los elementos distintivos y los puntos de vista teológicos de nuestro ministerio.

Confesiones de fe: Los Veinticinco Artículos de Religión (1784).

Wesleyanismo Ortodoxo: Hoy en día, Metodista o Wesleyano puede significar muchas cosas, por ejemplo, liberal, carismático o legalista. Esto es especialmente cierto en el contexto de iglesias que pasan por alto la Teología y a los teólogos Wesleyanos históricos. Aquí en Herencia Wesleyana seguimos la tradición de los Teólogos Metodistas Clásicos como Adam Clarke (1762-1832), Richard Watson (1781-1833), Samuel Wakefield (1799-1895), Thomas N. Ralston (1806-1879), Thomas O. Summers (1812-1882), William Burt Pope (1822-1903) y Thomas C. Oden (1931-2016) entre otros.

Las Escrituras: Creemos en la inspiración plenaria y verbal de las Escrituras; que las Escrituras son inerrantes, infalibles y correctas incluso cuando hablan sobre puntos de historia, ciencia y filosofía; que son la única y última autoridad en la fe y la práctica.

Depravación Total: Arminio la creía. Wesley la creía. La teología ortodoxa Arminio-Wesleyana, como cualquier otra teología de la Reforma, no es «pelagiana» o «semipelagiana». Creemos que todos los hombres nacen totalmente depravados; que son incapaces de hacer algo aceptable para Dios sin la ayuda del Espíritu Santo; que todos los hombres necesitan nacer de nuevo y que esto es obra del Espíritu Santo en el corazón. La entrada en esta experiencia se inicia con el bautismo del Espíritu Santo, por el cual el creyente es liberado de la culpa y el poder del pecado (1 Corintios 12:13; Romanos 5:5; Tito, 3:5-7; Hechos 2:38).

Sustitución Penal (Satisfacción). Teoría de la Expiación: Juan Wesley y los Teólogos Metodistas clásicos sostenían la Teoría de la Expiación por Sustitución Penal. Arminio sostenía la Teoría de la Satisfacción Expiatoria. Pero ni Arminio ni Wesley sostenían la Teoría Gubernamental de la Expiación. La Teoría Gubernamental de la Expiación no puede llamarse el punto de vista «Arminiano» si el propio Arminio no la sostenía. Tampoco es el punto de vista «Wesleyano» si el propio Wesley no lo sostenía, ni los grandes Teólogos Metodistas ortodoxos: Watson, Summers y Pope, por nombrar algunos.

La Justificación por la Fe: Aquí creemos que la Doctrina de la Justificación por la Fe sostiene todo el marco del Cristianismo. Wesley fue descendiente teológico de la Reforma Protestante y enseñó la doctrina de la Justificación por Gracia a través de la Fe, tal como fue articulada por los Reformadores Protestantes. De hecho, Wesley escribió que la justificación es «una verdad que entra en lo más profundo de la naturaleza del cristianismo y que, en cierto modo, sustenta toda su estructura. De ella, sin duda, se puede afirmar lo que Lutero afirma de una verdad estrechamente relacionada con ella: es articulus stantis vel cadentis ecclesiae: La iglesia cristiana se mantiene o cae con ella. Es ciertamente el pilar y el fundamento de esa fe, sólo de la cual viene la salvación; de esa fe católica o universal que se encuentra en todos los hijos de Dios, y que ‘a menos que el hombre la conserve íntegra e incontaminada, sin duda perecerá eternamente’.»

Creemos que la Justificación y la Entera Santificación son obras del Espíritu Santo realizadas en el corazón por la gracia, mediante la fe. Además, esta fe es un don de Dios dado a todos los que en respuesta a la gracia de Dios, verdaderamente se arrepienten y tienen hambre y sed de justicia (2 Pedro 1:3; Colosenses 2:12; Gálatas 2:16, 20; Efesios 2:8; Hebreos 11:1), y que esta fe salvadora siempre va acompañada del testimonio del Espíritu (1 Juan 5:10; 2 Corintios 4:6; Romanos 8:15-16; Hebreos 10:22).

Junto con Wesley creemos que toda la vida es un estado de prueba y que no hay estado de gracia del que no podamos caer.

Providencia Meticulosa: Junto con Wesley afirmamos la Providencia Meticulosa. En esencia, la providencia meticulosa implica que: En primer lugar, no existe ningún mal «aleatorio» o «sin sentido», es decir, cada instancia del mal sirve a un bien mayor. Dios no permite ningún mal temporal que no dé paso a un bien mayor. En segundo lugar, Dios actualiza ya sea directa o débilmente todos los acontecimientos del mundo. Dios gobierna el mundo de tal manera que nada ocurre sin la acción directa de Dios o sin su permiso específico. Esto tiene lugar a través de: Concurrencia Divina, Permiso Soberano y Gobierno Divino. Además, fieles a la teología de Wesley, nos oponemos al Determinismo Divino y al Teísmo Abierto.

La Perfección Cristiana (Amor Perfecto): Tal y como fue articulado por John Wesley y los primeros Teólogos Metodistas como John Fletcher y Richard Watson. Mantenemos la comprensión teológica Wesleyana clásica de la perfección cristiana a diferencia de las articulaciones posteriores y las corrupciones (o malentendidos) modernos de esta importante doctrina bíblica. Creemos que todavía hay en el creyente «restos de pecado» incluso después de haber nacido del Espíritu; y que puede ser limpiado de esto por la obra del Espíritu en su corazón como una segunda obra de gracia, por la cual el creyente es perfeccionado en el amor (1 Tesalonicenses 5:23; Efesios 3:19; Hebreos 6:1; 2 Corintios 13:9; Mateo 4:48; 1 Juan 4:18; Romanos 6:6). También creemos que es crítico que la Perfección Cristiana sea entendida dentro del contexto de una teología sistemática Arminio-Wesleyana y en su lugar apropiado en el Ordo Salutis Wesleyano.

La Importancia del Discipulado, la Disciplina y la Responsabilidad en la Iglesia: Uno de los grandes aspectos del primer movimiento Metodista en Gran Bretaña y Norteamérica fue el sistema bíblico de discipulado, disciplina y responsabilidad que se encontraba en las primeras reuniones de Clases y Bandas. Traería un avivamiento y una gran fuerza a la Iglesia si estos métodos bíblicos se practicaran de nuevo hoy.

La Importancia de la Teología: Una necesidad desesperada de nuestros días es un retorno a la enseñanza bíblica que tiene fundamento en la Teología: la Teología Sistemática, la Teología Bíblica, la Teología Histórica y la Teología Pastoral. Demasiadas opiniones no bíblicas y no ortodoxas sobre la trinidad, la sanidad, el fin de los tiempos, la profecía, los dones del Espíritu, la demonología, la providencia, la presciencia, la justificación, la santificación, etc. han surgido dentro de las iglesias «Arminio-Wesleyanas» debido a la trágica desconexión de nuestra herencia teológica. Creemos que toda la enseñanza, el discipulado y el ministerio deben tener un fundamento en la Teología y la Teología debe expresarse en cada aspecto de la vida de la iglesia.

Escatología: Reconocemos que el Posmilenialismo, el Amilenialismo y el Premilenialismo Histórico son posiciones escatológicas que fueron históricamente sostenidas por la Iglesia y que pueden ser validadas teológica y bíblicamente. Sin embargo, no estamos a favor del Premilenialismo Dispensacional por razones teológicas y hermenéuticas.

La Iglesia: Creemos que la Iglesia es la única institución que Dios ha dejado en la tierra para predicar y enseñar la salvación por la gracia a través de la fe a un mundo perdido, y que debemos trabajar con la esperanza de que Dios responda a la oración que nos enseñó a orar (venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo) mediante la predicación del Evangelio; y que la única esperanza de redención de un mundo perdido es el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Teología «Reformada»: Aquí en Herencia Wesleyana afirmamos que la Teología Arminio-Wesleyana es una vena de la Teología Reformada propiamente dicha, aunque se aleja de la Teología Calvinista en aspectos significativos. Sin embargo, el propio Juan Wesley afirmaba que su posición teológica estaba «a un pelo» del Calvinismo.

En Herencia Wesleyana sostenemos de todo corazón las Cinco Solas de la Reforma como lo hicieron Jacobo Arminio y Juan Wesley:

Sola Fide, sólo por la fe.
Sola Scriptura, sólo por la Escritura.
Solus Christus, sólo por Cristo.
Sola Gratia, sólo por la gracia.
Soli Deo Gloria, sólo por la gloria de Dios.

Ad Fontes: Es una expresión latina que significa «[volver] a las fuentes» (lit. «a las fuentes»). Esta frase captura el espíritu de la Reforma Protestante en su deseo de ir «de vuelta a las fuentes» para encontrar las raíces de lo que creían. Este mismo espíritu dirige nuestros esfuerzos en Herencia Wesleyana. Creemos que es críticamente importante investigar y entender lo que Wesley y los primeros Metodistas tenían que decir cuando afirmamos ser Wesleyanos en nuestra teología. También queremos promover fuentes secundarias contemporáneas que estén en el espíritu de Ad Fontes, como la reciente erudición de Kenneth J. Collins, Thomas Oden, Fred Sanders, Vic Reasoner y Keith Stanglin, por nombrar algunos.